Jueves 24 de diciembre de 2015

Posición 70° 36’ S,  12º 36’ O

Temperatura del agua -1,5°C

Temperatura del aire -4,0°C

Polarstern

Los últimos días hemos estado muy ocupados y por eso no pude enviar un reporte el pasado domingo. Entre otras cosas, finalmente llegamos a la plataforma de hielo Ekström y dejamos la carga que abastecerá la base Neumayer III durante el próximo año.  También tuvimos nuestra primera estación, al Sur de la zona conocida como Austasen. En esta zona hay un banco donde quedan varados grandes témpanos tabulares que se desprenden de las plataformas de hielo vecinas. La acumulación de estos témpanos ofrece paisajes espectaculares de paredes de hielo gigantes. Esta zona es interesante porque en ella hay muchas marcas del paso erosivo de los témpanos sobre el fondo del mar. El efecto de este tipo de erosión glacial es impactante; impulsados por el viento y la corriente arrasan el fondo del mar dejando marcas de hasta 6 metros de profundidad donde no queda nada más que sedimento o rocas. La destrucción de las comunidades bentónicas después del paso de los témpanos permite que los organismos bentónicos tengan oportunidad de recolonizar las áreas afectadas. La recolonización tiene varios estadios de progreso, lo que se conoce como sucesión, que va desde estadios donde sólo se encuentran pocos organismos móviles y mucho sedimento hasta estadios donde el suelo marino está completamente cubierto por comunidades bentónicas. El tipo de comunidad más desarrollada esta estructurada por grandes esponjas de más de un metro de alto sobre las cuales se encuentran varios organismos buscando comida en la columna de agua o refugio de sus predadores. Estas comunidades han sido comparadas con arrecifes coralinos tropicales por su gran diversidad y abundancia. Desde el punto de vista evolutivo, este proceso mantiene saludable la vida en el fondo del mar porque estimula la interacción entre especies lo que incrementa la diversidad y favorece mecanismos de adaptación entre otras cosas.

La primera estación trajo alegría para casi todos los grupos de trabajo porque además de significar el inicio del trabajo científico permitió comprobar que todos los laboratorios y equipos funcionaran bien y hacer en ellos los ajustes necesarios para funcionar al 100%. El trabajo en esta estación se hizo con un poco de presión por terminar en la mañana de hoy para poder hacer los preparativos de la celebración de la Navidad. La buena convivencia a bordo es muy importante para sentirse a gusto y trabajar y pasar mejor una larga temporada fuera de casa en un espacio relativamente pequeño como suele ser una campaña antártica en un barco. La Navidad a bordo es especialmente importante porque lejos de nuestras familias, nuestros compañeros de viaje se convierten en nuestras familias temporales y entre todos intentamos hacer el ambiente más agradable posible.

Desde la Antártida, Feliz Navidad!

Enrique