Relato de E. Isla, escrito durante la Expedición Científica Antártica ECA55 (IDEAL-ICM, proyecto EDGE) en su estancia en la «Base científica antártica chilena Yelcho», en marzo de 2019 

Destino final Yelcho: 64°51’00.0″S, 63°35’00.0″O

¡Llegamos a Yelcho! el nombre de esta base es un homenaje a la embarcación de la armada chilena “Yelcho”, que al mando del piloto Luis Pardo rescató a la tripulación del “Endurance” en la Isla Elefante en el invierno austral de 1916.

Es una base relativamente pequeña, alberga hasta 22 personas que cuentan con la ayuda de hasta 10 miembros de la dotación logística. A pesar de su tamaño, es una base cómoda y cuenta con un laboratorio húmedo y uno seco, dos embarcaciones de apoyo y una sala de usos múltiples donde se pueden hacer charlas o sesiones de cine que fomentan la convivencia entre la comunidad.

Frente a la base hay un glaciar y detrás una colina semi-cubierta de hielo donde los skuas (Stercorarius sp.) y numerosas comunidades de pingüinos papúa (Pygoscelis papua) aprovechan casi cualquier espacio libre de hielo o nieve para anidar. Más allá de la colina se pueden ver las cumbres de las montañas de la Isla Wiencke separada de la Isla Doumer por el angosto Canal de Peltier (cerca de 1 km de ancho).

Después de tanto tiempo esperando llegar a este espectacular enclave ya estábamos ansiosos por empezar, además, sabíamos que la Karpuj no podría estar más de 5 días con nosotros así que teníamos que aprovecharla al máximo con lo que nos dispusimos a preparar el anclaje ese mismo día. Como la trampa de sedimento se iba a instalar en una línea instrumentada que ya llevaba un año anclada, lo primero que hicimos fue salir a recogerla para recuperar datos, darle mantenimiento y adecuarla para la incorporación de la trampa de sedimento, lo cual pudimos hacer esa misma tarde y muy temprano a la mañana siguiente tuvimos que posponer la instalación de la nueva línea para tres días después porque las  condiciones meteorológicas empezaban a empeorar, así es la Antártida…